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El café murciano por excelencia se hace en Cartagena, y tiene un curioso nombre: café asiático. Contamos aquí su curiosa historia -que dura hasta hoy-, y que nace en unos años difíciles, de muchas penurias.
Café frappé, especialidades americanas. ¿Que nos gusta cafetear por el mundo? Seguro. Ahora bien, nos mola quedarnos igualmente en casa, en la Región de Murcia en este caso. Entre esos cafés aliñados y peleones con alcohol, existe una variedad denominada café asiático. Asiático, pero de Cartagena. El nombre está relacionado con la condición portuaria de la ciudad cartagenera, adonde llegaban comerciantes orientales pidiendo café con aguardiente. Pero pudo ser también fruto del azar, si hacemos caso al relato de los regentes del bar “Pedrín”. No hay una sola teoría… como suele pasar con estas historias.
Para conocer su origen hay que remontarse a los años cuarenta del siglo pasado (concretamente, 1947). Viajemos a la población cartagenera de El Albujón y al bar “Pedrín”, regentado por Pedro Conesa, creador de la especialidad como una mezcla de belmonte, carajillo y canela. Tan popular era que incluso se llegó a fabricar un vaso exclusivo, cartagenero, de cristal a prueba de temperaturas. Todo fuera para disfrutar del café asiático.
Al parecer hubo un café denominado ruso en Los Dolores de Beniaján, pedanía murciana. Pero en 1947 estábamos en plena dictadura franquista, así que llamar “ruso” a cualquier cosa entrañaba sus peligros. Eso debieron de pensar Conesa y su compañera de fatigas, Dolores Pagán que, en una entrevista concedida a Cartagena de Hoy, explicó que una avería de la máquina de café fue realmente el motivo por el que surgió la variedad: esencialmente, gracias a la canela y al resto de ingredientes, se disimulaban los posos del café, que Pedro llamó “asiático”. Tuvo tal éxito que ayudó a la pareja a salir adelante con su negocio, en una época de muchas penurias.
La apoteosis del cartagenerismo, según los locales
Tomar un asiático por estos lares supone, como dice un cronista local citado por Luis Álvarez Munárriz en “Antropología de la región de Murcia” (Tres Fronteras, 20025), “cristianizasre en la pila bautismal del cartagenerismo, con esta agua bendita resultante de mezclar coñac de buena garrafa, varias clases de café, leche condensada y canela”.
En cuanto a la receta, hay quienes la consideran una variante del café bombón, al que los levantinos son fuertemente aficionados. Otros prescinden de los licores, quedándose con la triada café/coñac/leche. De hecho, el café murciano belmonte, con su chorrito de brandy, está en el origen del asiático. Pero en cuanto al café asiático, estos serían los ingredientes comunes:
- Café solo
- Leche condensada
- Coñac
- Licor 43 (opcional)
- Canela
Se suma, al gusto de cada cual, una corteza de limón y unos granitos de café, para adornar y aromatizar una bebida que, de por sí, ya contiene bastantes matices. Durante la preparación, en vaso de cristal grueso, se realizan capas: primero se vierte la leche condensada, después del café y el resto de elementos.