Es diciembre y, por lo tanto, llega la Navidad. El café es un ingrediente imprescindible en todo tipo de saraos, comidas, cenas, veladas… ¿cómo nos las apañamos para servirlo a la perfección?

Vale, no somos baristas ni catadores de café, de acuerdo. Pero a cafeteros no nos gana nadie. Así que, ¿por qué no preguntarnos, de una vez y en serio, cómo servir el café de manera que parezca que estamos en un café público? No es necesario hacerlo a la manera etíope, de la que hemos hablado en alguna ocasión en este blog, en la que cada detalle se cuida con precisión (y que requiere de mucho tiempo). Pero sí debemos saber que, cuanto mejor lo sirvamos en la mesa, mejor podremos saborear la textura y comprobar la amargura y dulzura de una bebida única.

¿Sabemos dónde va la cuchara del café? Quizá esto sea un tema protocolario -y dependerá de si la persona es diestra o zurda-, si bien tampoco está de más conocer cuál sería la regla a la que ajustarse si, por ejemplo, vamos a organizar una velada navideña con invitados a los que no conocemos tanto (por ejemplo, el primer encuentro con tu familia política). Vamos a lucirnos, sirvamos el café como es debido:

• Estaría bien, para empezar, estirarnos un poco durante estas fiestas para comprar un café fresco, en grano -es decir, molerlo en casa, en el molinillo de toda la vida-, recién tostado y envasado. Te sugerimos un arábico como este, blend compuesto casi en su totalidad por cafés arábica de alta gama.
• Por supuesto, nada de hacer el café con mucha premura. Hay que prepararlo inmediatamente antes de servirlo, a ser posible utilizando agua mineral. ¡No hay peor cosa que un café recalentado!
• Debemos asegurarnos de saber cómo quieren nuestros invitados el café, la cantidad, si irá con leche, o sin ella. Y por supuesto, tener preparadas diferentes formas de edulcorado, así como leche fría, caliente, o leche condensada.
• Disponer de una vajilla cafetera para este tipo de ocasiones es lo mejor, si se quiere quedar muy bien. Así podremos, una vez preparado el café en la cocina, pasarlo a la jarra, calentada previamente con agua caliente.
• Servir el café en porcelana sería lo más apropiado, a juzgar por los expertos, dado que mantienen la bebida a una temperatura óptima más tiempo. No obstante, nos valen las tazas de barro o de gres.
• Cuando nos dirijamos a la mesa de celebración, lo haremos con una bandeja que sea lo más sólida y firme posible: plata o madera son buenas opciones.
  Antes de servir el café debemos cerciorarnos de si nuestros invitados prefieren tomar otra cosa (té, infusiones…); es posible que quieran tomar café con un poco de alcohol, igualmente.