Si los amigos son la familia elegida, el café es la bebida favorita para pasar un rato distendido y agradable con esas personas que forman parte de nuestra vida. “Son mis amigos…”, Amaral dixit.

¿Por qué se celebra el Día de la Amistad? Os preguntaréis cada 30 de julio, fecha del Día Internacional de la Amistad. “Y ¿por qué no?”, podría ser una respuesta. Aunque contestar a una pregunta con otra pregunta resulte poco concluyente, lo cierto es que no se nos ocurre un solo motivo por el que no celebrar las relaciones de amistad. Todavía más teniendo en cuenta que tantas amistades comienzan tomando una buena taza de café.

Alrededor del café expreso -o no- se han urdido todo tipo de tramas y relaciones, pero también se han cultivado amistades de por vida. Amistades… y algo más: no hay más que ver que una de las últimas tendencias para encontrar pareja es la que denominan “anticita”, y pasa por quedar a hacer algo que, se supone, no es típico de una cita. Como desayunar o tomar café. Existen aplicaciones dedicadas a esto, según cuentan aquí en este digital argentino, Zona Norte.

La amistad es capaz de tender puentes, conectar a personas diferentes, romper fronteras: unir vidas, en definitiva. Fue la Asamblea General de Naciones Unidas la que en el año 2011 proclamó el 30 de julio como día consagrado a la amistad, a propuesta de de la Cruzada Mundial de la Amistad.

Café con amistades

Tomarse un café con amigos o amigas, más allá de ceremonias o protocolos, constituye un placer que no tiene nada de culpable. Si lo hacemos al salir del trabajo nos permitirá relajarnos justo en un momento de estrés y alteración de nuestras funciones básicas, según un artículo de Mejor con salud. “La bebida caliente relaja los músculos, pero la cafeína estimula nuestra mente para estar más receptivos, comunicativos y abiertos a las emociones positivas”, afirman.

La sociabilidad que genera beber café, a diferencia de otras costumbres como la de irse de copas, es infinitamente más tranquila, propicia el encuentro sobrio y el diálogo entre amigos. Esto es muy beneficioso, tanto si lo hacemos al final del día como si quedamos exprofeso durante nuestro tiempo libre.

¿Se puede tomar un café con cualquiera? Evidentemente, no. A no ser que nos encontremos en una cita profesional, quedar para tomar café -en casa, en cápsulas, de manera tradicional…- es una actividad íntima, reservada a personas amigas, cercanas, que te quieren bien, que están ahí siempre, con las que compartimos intereses comunes, anhelos, miedos, preocupaciones.

No nos sirve la frase “Amigos, pero no mucho” (si hubiera un First Dates para encontrar amigos). Nos resulta inconcebible alquilarlos, al estilo de lo que hace esta empresa en Japón, como contaba BBC News en 2019, o como anticipó Fernando León de Aranoa en su película “Familia” (1996). Lejos de estos comportamientos distópicos están y permanecen las relaciones amistosas de siempre, donde incondicionalidad brilla por su presencia. Y que pueden empezar, claro que sí, alrededor de un buen café.