Thich Nat Han, poeta y activista por la paz vietnamita, sugiere que nos tomemos el té muy en serio. Dice: “Bebe tu té lenta y reverentemente como si fuera el eje que hace girar el mundo: lentamente, serenamente, sin precipitarte hacia el futuro”. Con esto nos viene a decir que el té no es una bebida cualquiera… más todavía si tenemos en cuenta los tipos de té verde existentes.

La ceremonia del té, que los samuráis adoptaron, con sus juegos propios, en el siglo XIII, ha sido y es un rito solemne, muy influido por el budismo zen. La ortodoxia señala que puede durar hasta cuatro horas: en este caso se incluye un refrigerio, acompañado de un té ligero (usucha) y otro más espeso (koicha). En este país, conocer la ceremonia del té se considera algo muy refinado, y se incentiva en las universidades.

Y es que la tradición oriental, de la que dimos alguna pincelada por aquí hace un tiempo, está muy relacionada con el té. Uno de los motivos por los que Japón posee unos índices de obesidad tan bajos es que dentro de su dieta se incluye el té verde (綠茶, en mandarín). Bebido una o varias veces a lo largo del día.

Pero, ¿cuáles son los beneficios del té verde?

En “Dietox” (Amat, 2016), Virginie Rogé Roche y Nekane Ullán Eceiza hablan del té verde como bebida imprescindible, antioxidante, rica en vitaminas y minerales. El té, como tal, es la segunda bebida más consumida del mundo, después del agua. El té verde es particularmente beneficioso: posee efectos anti-inflamatorios y combate problemas digestivos, fatiga, depresión, cefaleas, insomnio. ¡Casi nada!

Sin embargo, los beneficios relacionados con el Índice de Masa Corporal -y la pérdida de peso- son los que en los últimos tiempos han llamado la atención sobre esta milenaria infusión. El culto al cuerpo, ya se sabe…

La prevención de las enfermedades cardiovasculares, gracias al consumo de esta clase de té, es un hecho, según un estudio chino (The China-PAR project) publicado en The European Journal of Preventive Cardiology, citado por El País en enero de 2020. Recordemos que este mal es la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Cuál es el consumo de té en España?

Con todas estas credenciales, sería lógico que el consumo de té verde aquí fuese alto también, ¿verdad? Son los jóvenes quienes apuestan, sobre todo, por esta bebida. Al menos en nuestro país; según un estudio de 2014 citado por Infusionismo, estaríamos en el puesto 41 del mundo. En 2018 hubo 12,1 millones de personas que bebieron té. Un millón más que hace casi un lustro.

Sin embargo, pese a los parabienes que determinadas investigaciones científicas arrojan, el mero consumo de té verde no conlleva, por sí solo, todos estos beneficios para el organismo. Tanto la dieta que llevemos como el ejercicio físico que realicemos -o los productos nocivos o hábitos que evitemos- influirán de manera clara en el desarrollo, o no, de determinadas patologías.