En “Camera Café”, la serie de televisión que se emitió, de manera ininterrumpida -tuvo una primera etapa de 2002 a 2004-, desde 2005 hasta 2009, la pausa para el café era la excusa para que una serie de empleados de una oficina interactuaran entre sí. La serie humorística, como formato, nació en Francia, y se exportó al resto de Europa, España incluida. Este año se ha estrenado su versión cinematográfica.

Los ingredientes cómicos de cada capítulo tenían mucho de costumbrismo, y los personajes representaban un rol distinto, más o menos estereotipado, casi siempre al borde del ataque de nervios. Por allí desfilaba el vigilante de seguridad, la secretaria del director, la becaria, el informático, la limpiadora. El propietario del bar de abajo…

Pero volvamos al mundo real

La historia ficticia puede más o menos parecerse a la realidad -a veces, la ficción se queda corta-, así que veamos cómo de legal es esto de las pausas para el café. ¿Están reconocidas por ley? Lo reconoce el Estatuto de Trabajadores. Pese a ser un derecho poco conocido, lo cierto es que tenemos derecho a recesos de quince minutos (si la jornada laboral supera las 6 horas).

La pandemia, sin duda, ha afectado también a estos descansos, en especial a quienes se han visto trabajando a distancia. El teletrabajo ha relegado a muchos a sus hogares, convertidos en oficina 24 horas. ¿Sigue teniendo sentido este break en casa? ¡Por supuesto! Y en los centros de trabajo convencionales: fábricas, oficinas, comercios, obras.

• Si vivimos en la ciudad, o en una localidad más pequeña pero con cafés cercanos, este parón durante la jornada puede venirnos muy bien para estirar las piernas, e incluso probar nuevos tipos de café. Cada hora o dos horas es recomendable levantarse y caminar, con el fin de favorecer la circulación de la sangre y desentumecerse, en especial si la ocupación es sedentaria.
• La mejora del rendimiento es otro factor que debemos tener en cuenta. Somos más productivos si tenemos la oportunidad de tomarnos un descanso, desconectando un rato, para después volver un poco más frescos al tajo. No somos autómatas o robots: somos humanos.
• Pasamos mucho tiempo mirando pantallas, y tomar un café puede ser una gran oportunidad para charlar cara a cara con otra persona -una compañera que viva cerca, un amigo…- y descansar la vista.

Lo dicho, son todo ventajas. No perdamos la oportunidad de hacer el descanso preceptivo. Nuestras jornadas serán más productivas, creativas y, sobre todo, felices.