Ready to drink, espresso chino y flat white: otras formas de tomar café
14 marzo 2023Capuchino, la delicia italiana
14 abril 2023¿Cómo conservas tu café en casa?
Nevera no, congelador sí (si se compra en grandes cantidades). Bote hermético, colocado en un lugar estratégico y fresco de la cocina donde no haya fuentes de calor. Así debemos guardar el tueste o grano de café.
Una vez abierto, no podemos descuidar la conservación del café, sea molido o en grano. Por el momento, puede decirse que conservar el café en la nevera no es una buena idea, al menos según el barista Jordi Mestre, citado por La Vanguardia: “El café debe estar en un lugar seco y cerrado, como un armario”, sentencia. Otros expertos apuntalan esta idea, explicando que un sitio fresco y seco es lo ideal, a una temperatura que puede oscilar entre los 19 y 22º C.
Mantener su sabor, su frescura, su aroma… serían los propósitos a la hora de guardar nuestro café, una vez abierto. Así, el mejor recipiente para guardar el café será uno que pueda cerrarse herméticamente, y que sea opaco, para proteger el grano o el tueste de la propia luz. Si bien el grano aguanta más, en el caso del café tostado, según los entendidos, cuanto antes se consuma, mejor.
El congelador es un aliado, según algunos, para almacenar nuestros paquetes de café, en el caso de que hayamos comprado de más; siempre y cuando nos aseguremos de que el envase esté cerrado de manera hermética, y no le caiga agua. Aunque no existe unanimidad en este punto, dado que la posibilidad de que se condense el agua en el recipiente por el cambio drástico de la temperatura está ahí.
¿Dónde colocar el bote de café?
Está claro que en el frigorífico no debe estar pero… ¿podemos colocar el recipiente con café en cualquier sitio? Puesto que se recomienda almacenarlo en un lugar fresco, estaría bien alejar este producto de lugares que son fuentes de calor, como el horno o la propia hornilla.
¿Y de qué material tendría que ser el recipiente? Lo mejor es que sea de acero inoxidable, de material resistente, para protegerlo de la humedad, el calor, la luz solar y el propio oxígeno del aire. Si dispone de detalles para apuntar la fecha de caducidad del café, perfecto.