¿Cuántos diálogos se han producido, en la gran pantalla o en la vida real, alrededor de una taza de café? Echamos la vista atrás para rememorar ciertas escenas e historias que transcurren en cafés… de cine.
Cafés vieneses del siglo XIX, rincones parisinos con los que experimentar con la cámara, dinners de la década feliz estadounidense (los años cincuenta), cafés literarios de posguerra en España… he aquí una lista heterogénea de cafés cinematográficos. La mayoría de ellos, locales reales, e incluso emblemáticos, como el Café Gijón de Madrid, fundado en 1888.
“Vivir su vida” (1962), de Jean-Luc Godard. Aquí no falta el café literario, donde Godard se atreve a jugar con la imagen de manera audaz. Anna Karina conversa en uno de estos irresistibles lugares con un filósofo anónimo, en la que es una de las escenas más recordadas del filme:
“Antes del amanecer” (1995) fue la primera película de una trilogía dirigida por Richard Linklater que contaba la relación entre Julie Delpy e Ethan Hawke. La historia embaucó, para bien, a toda una generación de jóvenes en los noventa; en especial a aquellos que no se conformaban con las comedias románticas al uso. La relación entre ambos personajes se cimentaría aquí en largas conversaciones, de modo que no podía faltar un café, más aún tratándose de la ciudad donde transcurría la acción (Viena). En este caso se trataba del Café Sperl, un clásico café vienés fundado en 1880, famoso por sus pasteles y periódicos.
Película “Antes del amanecer” (1995).
Y seguimos con trilogías, puesto que en “Regreso al futuro” (1985), la película que catapultó a Michael J. Fox a la fama mundial, dirigida y escrita por Robert Zemeckis (con Bob Gale como co-guionista), aparece una cafetería que, en la primera entrega, está ambientada en los años cincuenta. Es allí donde Marty McFly pide una Pepsi Free y el malencarado camarero le contesta que tendrá que pagar por ella, cayendo en el malentendido inevitable. McFly observará después allí, aterrado, como su futuro padre es acosado por los matones del instituto, en el que será su primer encuentro.
No nos movemos de los ochenta, si bien este caso nos detenemos en un título español, basado además en la novela del Premio Nobel Camilo José Cela. Hablamos de “La colmena”, la adaptación cinematográfica que hizo Mario Camus en 1982. Un all star de actores y actrices nacionales del momento que daban vida a un impresionante reparto coral, dentro de una historia ambientada en el Madrid de posguerra. Buena parte de la cinta transcurre en el café La Delicia -el Café Gijón madrileño en la vida real-, donde la bohemia e intelectualidad se reunía, pese a las estrecheces, a diario.
“La colmena”, la adaptación cinematográfica que hizo Mario Camus en 1982.
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